Los promotores tenían la obligación legal de garantizar las cantidades entregadas por sus clientes (futuros propietarios) bien mediante un contrato de seguro, o bien a través de un aval solidario. Además, las promotoras estaban obligadas a recibir los anticipos a través de una entidad bancaria o caja de ahorros y dichas cantidades debian estar depositadas en una cuenta especial.

Esto no fué así en muhcos casos, las promotoras incumplían con las obligaciones citadas (contrato de seguro o aval solidario), pero esta ley manifiesta claramente que la entidad bancaria receptora de las cantidades anticipadas, debería bajo su responsabilidad, haber exigido a la promotora la correspondiente garantía.

Varias sentencias del Tribunal Supremo han establecido como doctrina jurisprudencial que las entidades de crédito que hubiesen recibido anticipos de clientes en una cuenta del promotor sin exigir las correspondientes garantias y la apertura de una cuenta especial, responderán ante los compradores por el total de las cantidades anticipadas en casas fantasma.